El estudio revela la vulnerabilidad de los glaciares El Morado, Loma Larga, Muñiri y Mesoncito a posibles deslizamientos y vaciamientos de agua, los que podrían generar aluviones y afectar a comunidades como Baños Morales y Lo Valdés.
Tras analizar 70 glaciares del Cajón del Maipo, en la Región Metropolitana, un estudio de la Universidad de Chile identificó cuatro masas de hielo con alta susceptibilidad a sufrir remociones en masa de origen glaciar: El Morado, Loma Larga, Muñiri y Mesoncito.
La investigación, liderada por el geólogo Felipe Ugalde y publicada en el Journal of South American Earth Sciences, destaca que no existe un riesgo inminente, pero recomienda medidas de planificación y monitoreo.
Según el estudio, estas cuatro masas de hielo son motivo de preocupación por su inestabilidad manifiesta. Por ejemplo:
En los últimos diez años, el glaciar El Morado perdió una cascada de hielo que servía como pilar estabilizador, lo cual aumenta la probabilidad de colapso y rebalse de la laguna glaciar homónima justo debajo de ella.
En tanto, la principal preocupación en el glaciar Loma Larga -conocido por una enorme cueva de hielo que atrae a cientos de turistas-, es el posible avance súbito de la masa de hielo, el cual podría bloquear el curso de agua ubicado más abajo, formando una represa natural. En el corto plazo, la acumulación de agua podría aumentar la presión sobre la pared de hielo hasta romperla, generando aluviones, tal como ha sido documentado en Chile en 1947 (glaciar Juncal Sur) y en Argentina en 1934, 1974, 1984 y 2007 (glaciar Grande del Nevado del Plomo).
El glaciar Muñiri describe un fenómeno diferente, pero igualmente llamativo. Tras realizar visitas a la zona en 2022, los científicos documentaron el desagüe total de una laguna colindante. Esto los llevó a analizar las causas y, sobre todo, el momento de inicio y término del drenaje. La variable del tiempo es relevante en este tipo de casos, porque es un indicador indirecto de la fuerza y violencia de la descarga. Análisis satelitales posteriores determinaron que el vaciamiento ocurrió en un plazo de tres días. Es decir, con bastante velocidad.
Finalmente, los geólogos detectaron varios cuerpos de agua dispersos sobre el glaciar Mesoncito, los cuales, en caso de derretimiento de la masa de hielo, podrían acumularse y generar "vaciamientos súbitos de agua". Considerando el desnivel de 1.000 metros entre el glaciar y el valle principal ubicado abajo, este fenómeno es objeto de atención.
La investigación detalla cinco criterios geológicos empleados en la evaluación: vaciamientos súbitos de lagos glaciares, lahares primarios por interacción entre volcanismo y hielo, avalanchas de hielo, deslizamientos catastróficos de glaciares de bajo ángulo y avances súbitos de glaciares. Más de diez de los glaciares estudiados muestran alta susceptibilidad a al menos dos de estos procesos.
El estudio resalta que la “evaluación de susceptibilidad” no implica un riesgo inmediato de colapso, sino que constituye un método geológico para priorizar la protección y monitoreo de las masas de hielo.
Según Felipe Ugalde, la inestabilidad de estos glaciares podría representar una amenaza significativa para comunidades como Baños Morales y Lo Valdés, debido a la capacidad del hielo de desplazarse a largas distancias y provocar eventos similares a grandes aluviones.
El resumen de la investigación señala que los Andes Centrales de Chile son una zona densamente poblada que alberga una amplia variedad de glaciares, incluidas las masas de hielo más grandes fuera de la Patagonia.
La dinámica natural de los glaciares, que se ha mantenido en equilibrio durante miles de años, está siendo alterada por el cambio climático antropogénico y el aumento de las temperaturas, lo que incrementa la inestabilidad de las masas de hielo.
El trabajo forma parte de la tesis de magíster de Felipe Ugalde, actualmente estudiante de doctorado en Ciencias, mención Geología, de la Universidad de Chile.
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